Día Internacional de las Hadas, Parque Hundido (24/06/17)

Contactar a las Hadas no requiere que conozcas su nombre ni entiendas su esencia, pues quien las busca solo necesita mantener el corazón puro y dispuesto para que la aventura que es la vida, eventualmente les lleve a ellas, o... para los más versados, hacer como PSIRIO y preparar ceremonia y ritual, para que nuestro mundo y su reino coincidan, aunque sea con fugacidad.

Karla Solano de PSIRIO, dando la bienvenida al Día Internacional de las Hadas.

El día, como todo día de celebración se escogió a si mismo; el sábado 24 de junio estaría todo en su lugar; siempre que el lugar fuera el indicado. Debía ser verde y rebosante de vida, entre soñadores y lejos de la incredulidad, pero suficientemente en el corazón de la ciudad, para que pudiera tomar de sus ciudadanos la magia de la capital. Las hadas no podrían estar todo el día, solo por un tiempo, mismo que debía ser marcado por manecillas encontradas entre piedras y sonrisas.

 

 Todas las actividades posibles para deleitar a las hombres y fearies por igual.

Karla Solano hábilmente tejió el conjuro, para que el Día internacional de las Hadas, fuera de la buena gente un orgullo, celebrándolo no en el parque Luis Gonzaga Urbino, cien mil metros cuadrados de pino, ubicados por Avenida de los Insurgentes en la delegación de don Benito, sino ahí mismo en el Parque Hundido; la diferencia entre uno y otro lugar estriba en que el primero es un sitio, el segundo un destino. Ahí, cerca del reloj floral, cuyas manecillas harían posible abrir el portal, para que al audiorama por unas horas fuera de las hadas hogar.

El ambiente, como siempre, lo pusieron los asistentes.

Fue muy astuta en pedir que sus expositores fueran ataviados como los visitantes a los que se les rendía honores, para que así, las Hadas pudieran exhibirse sin cautela y pasearse por los muchos stands, talleres y conferencias. No era poco lo que ofrecía el festival, pues había de todo, desde venta de libros, hasta lectura del futuro usando la astrología, esos sin contar un concurso de disfraz.

Muchos asistentes, de todas las edades. Todos sumándo al buen ánimo.

Las conferencias fueron variadas, y las Hadas quedaron al parecer encantadas, pues supieron que como antaño, aún son queridas y reverenciadas.  Bastó con escuchar a Medardo Maza y su conferencia sobre Hadas: Damas de Poder, en la que hablaba más que de la mitología y de la fémina magia que comenzó el mito.

Pero convocar hadas y aprender sobre su cultura, siempre palidece a la posibilidad de vivir la locura de a una de ellas encarnar, por eso la gente esperaba paciente que la actividad de juegos de rol que ofrecía Atonatiuh Castillo de Nuestras Raíces Nuestro Cielo al terminar,  se repitiera una vez más. Afortunadamente cuando se trata de rol, siempre hay manos y palabras dispuestas, así que Jorge Armando Ibarra Ricalde sin pensarlo dos veces, se lanzó rápidamente a la refriega. Brindando ambos, como siempre, su mejor interpretación, de las hadas, su mundo y el rol, para que sus jugadores pudieran experimentar magia real, hecha de imaginación sin control.

 El Líder del Sindicato Charro de Roleros Paracaidistas Aviadores de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco palapas 1 a 9, narrando Changelling.

El Master, porque la gente sempre quiere más rol.
 

Siendo el tema las hadas, y estando en un día tan simbólico, no es sorpresa que Changelling: El Ensueño fuera el tópico elegido, para vivir la gloria, sueños y honor, de sentir lo ahí reunido. La breve magia del creer, que el saber aún tiene mucho por ofrecer, y que una tarde de rol entre hadas, debía terminar con una breve tormenta improvisada.

 Dia de la Gloria.

Caballeros del Otoño.

Ya en la tarde aire rugió, los árboles danzaron al viento y unas gotas de agua lanzadas a manera de bendición, dieron ocasión para que los hombres partieran, mientras las hadas agradecían en comunión con ambas naturaleza y civilización, para dejarles a los asistentes, su solemne bendición.

Nuestras Raíces Nuestro Cielo, abriendo camino al rol en todas partes.

 —DiceHound